Sí, la verdad que cuando me llamaron para ofrecerme el concierto me dio mucha alegría pues de alguna manera ya pasa a ser mi segunda tierra Salamanca, pues ya llevo residiendo aquí 6 años, soy original de Madrid y he vivido en un montón de sitios, pero aquí en Salamanca encontré una calidad de vida y una tranquilidad que no encontré en otros lugares. El concierto fue un éxito con un público excelente entre ellos el alcalde de Salamanca y la crème de la crème de la ciudad, además de muchos aficionados y amigos. Agradezco a todos vuestra asistencia.

Además me acompañó mi hija Gabriela Giménez y su voz impacto a la vez que conmovió al público asistente. Esperamos muy pronto volver estrenando el espectáculo de Gabriela a la capital.

Antón, estás considerado uno de los mejores guitarristas flamencos a nivel mundial, ¿Qué supone para ti que figuras consagradas en el mundo del flamenco como Diego del Morao, Pepe Habichuela o Josemi Carmona entre otros te consideren uno de los mejores guitarristas de tu generación?

Pues dos cosas a la vez, por un lado satisfacción y recompensa a tu trabajo, y por otro responsabilidad, porque la guitarra es un instrumento muy difícil y necesita que le dediques tu vida, y a veces es difícil estar siempre en talla como todos esperan.

Provienes de dos iconos que marcaron la historia de la guitarra flamenca como Don Ramón Montoya y Mario Escudero?, ¿Qué significa esto para tí?

Significa mucho, yo creo que de alguna manera se siente genéticamente. Un vínculo con las artes y la cultura en general que no puedes negar ni apartar de tu día a día. Mario Escudero y Ramón Montoya, los dos eran gitanos y genéticamente es un hecho que te vincula mucho a una misma forma de vivir, de ver la vida y de expresión. Ellos en sus tiempos lucharon por dar evolución al flamenco y crearon nuevas líneas y conceptos que aportaron un arco mucho más amplio de lo que era el flamenco antes de su paso por la historia. Como me dijo un día el maestro Paco de Lucía en su casa: “Sin ellos la guitarra no estaría donde está”. Yo de alguna forma siento una unión ancestral muy especial y única a ellos, siento la herencia de propósitos de aportar al flamenco conceptos y nuevas líneas que lo hagan aún más diverso y único. Mi lema es diversidad sin perder la identidad de tus raíces.

¿Cuándo empezaste a tocar?

Comencé a tocar la guitarra desde muy niño y gracias al pequeño tablao que tenía mi padre en Madrid, entre el barrio de Lavapiés y Antón Martín. Tuve la suerte de estar muy cerca de casi todos los artistas de flamenco que frecuentaban el local, la mayoría de los más grandes referentes en la actualidad. Cigala fue quien me descubrió, me aportó conocimiento y me enseñó a tocar al cante de manera que en breve estábamos juntos tocando en los festivales más grandes de flamenco.

Después comencé con Joaquín Cortés y con él conocí el mundo casi entero, tocando y viendo de cerca todas las posibilidades escénicas posibles en esa época, además de abrir la mente conociendo tantos países y conociendo a tanta gente increíble como Pat Metheny, Sting, Peter Gabriel, Michael Jackson,... tras años y giras mundiales acompañando.

Tras ganar el Premio Nacional de Guitarra Flamenca, decidí dejar de acompañar para dedicarme de lleno a mi carrera como solista, y fue cuando Gerardo Núñez me dio la oportunidad de grabar poniendo mi música en las tiendas de todo el mundo. Siempre le estaré agradecido por abrirme tantas puertas al maestro Gerardo.

En el Festival "Veranos de la Villa" de 1989, Mario Escudero te presentó como promesa futura de la guitarra flamenca, ¿Cómo te sentiste?

Pues imagínate, tenía solo 14 años y me dio la oportunidad de presentarme en un marco tan importante como el festival flamenco de los "Veranos de la Villa". Ese gran escenario al aire libre dentro de los jardines del retiro de Madrid, la ciudad que me vio nacer. Y tocar ante el público de entendidos del flamenco estando en el público la crème de la crème del flamenco, como Enrique Morente, Enrique de Melchor, Rafael Riqueni, Gerardo Núñez, el Güito, Manolete, los Habichuela, Ray Heredia, y un largo etc de figuras del flamenco. Para mí fue un reto que asumí con valentía e ilusión. Valoré mucho que una figura de la guitarra flamenca como Mario Escudero me brindara el privilegio de hacer mi debut como concertista entrando por la puerta grande.

En 1994 siendo muy joven ya compartiste cartel con Tomatito y Juan Habichuela, ¿Qué recuerdos tienes de esa época?

Guardo recuerdos increíbles, fue el inicio de los años 90 una revolución del flamenco, en toda la extensión de la palabra, en la cual se abrió un abanico de creatividad increíble. Yo en ese momento comencé con Diego el Cigala, Joaquín Cortés, Remedios Amaya, Potito,... compartí cartel con las máximas figuras del flamenco, y viví una época increíble estando dentro del corazón de Madrid, frecuentando el mítico Candela, lugar que todos frecuentábamos a diario, compartiendo, riendo y soñando con todos los grandes referentes del flamenco, consagrando así mi carrera.

Fue un momento importante, el hecho de convertirte en Premio Nacional con tan solo 20 años, es un galardón que hace plantearte muchas cosas. Me entregó el premio el entonces alcalde Pascual Maragall ante un jurado espectacular, entre ellos Manuela Carrasco, Víctor Monje Serranito, El Güito, Matilde Coral, Juan Maya Marote... Para mí cambiaron algunas cosas porque a partir de ahí me planteé seguir mi carrera de concertista y dejar un poco mi faceta de acompañamiento, aunque todo fue de manera gradual, poco a poco, como los buenos guisos…

¿Colaboraste con Joaquín Cortés en la película “Flamenco” de Carlos Saura, cómo fue esa primera experiencia cinematográfica?

Sí, guardo muy gratos recuerdos. El rodaje fue en Sevilla junto al maestro director de cine Carlos Saura, interpretamos "La Farruca" en la vieja estación de trenes creo recordar y fue una experiencia genial pues conocí por primera vez cómo era un rodaje de cine y allí existía un ambiente maravilloso lleno de artistas del flamenco y del cine.

Has actuado en los principales teatros del mundo, el Universal Amphitheatre de Los Ángeles, la Filarmónica de Berlín, el Royal Albert Hall de Londres, el Opera House de Sydney, el Luna Park de Buenos Aires o el Tokyo Forum. También estuviste en el Radio City Music Hall de Nueva York, el teatro más grande del mundo, interpretando la música original del “Romance Amargo”  junto a Joaquín Cortés, Marco Berriel y Lola Greco, ¿Cómo fue tan importante reto?

Ese reto fue increíble por que me encargaron tocar como concertista, pero a su vez adaptado a un guion de danza, y el reto era muy difícil pues tenía que interpretar en directo música original de uno de los mejores guitarristas del momento, José Jiménez el Viejín. Tuve que sacar de oído de un casete que me pasaron nota por nota, me ayudó mucho mi primo Mario Montoya, gran guitarrista y persona, y lo sacamos nota a nota perfecto. Recuerdo que tenía que llevar a las presentaciones tres diferentes guitarras porque las composiciones llevaban diferentes afinaciones. En ese momento comencé a tocar guitarras de los hermanos Conde. El debut en Nueva York, en el gran Radio City Hall el sonido fue impactante y la proyección de mi ejecución perfecta, aportando a la perfección de la técnica mi alma y mi mayor expresión. Las obras del Viejín las amaba y contemplaba como divinas, así que aporté toda mi pasión y entrega para crear un espectáculo único y sin precedentes junto a Joaquín Cortés, figura indiscutible en el mundo de la danza; Marco Berriel bailarín, coreógrafo y director artístico único, y Lola Greco figura indispensable en el mundo de la danza, Premio Nacional en 2009.

¿Has colaborado con Vanessa Mae en su disco Storm?

Sí colaboré en ese maravilloso trabajo Vanessa Mae y sus productores vinieron a vernos a uno de los conciertos que dimos en el Royal Albert Hall de Londres, y así nos conocimos, y me invitaron a quedarme unos días más en Londres y grabar en su álbum. Fue una experiencia genial, los productores estaban tan apasionados con mi sonido y mi música que decidieron que toda la introducción del tema fuera mía. Fue una experiencia nueva para mí pues pude ver de cerca lo avanzados que estaban los estudios de grabación londinenses y vivir el hecho de, a pesar de no hablar el mismo idioma, a través de la música existir un entendimiento perfecto, dando una vez más muestra de que la música es el lenguaje universal.

¿Cómo fue tu experiencia con Pastora Soler?

Espectacular, fue un encuentro con otro género musical que me aportó nuevas experiencias, guardo muy buenos recuerdos. Trabajando con ella pude apreciar a una de las mejores voces de España y además de ser una gran persona. Trabajamos bajo la dirección musical de Arturo Soriano, hice un año de gira completa con ella en 2003 por toda España.

¿Compusiste música para Rafael Amargo?

Sí compuse y grabé la música original para su espectáculo llamado "Amargo", grabé toda la obra en Madrid a inicios del 2000 y fue una grabación impresionante pues conté con un elenco fascinante y creé un concepto de música escénica brutal. Compuse la música pensando ya en el diseño de luces, entradas y salidas de las coreografías estando todo unido por un hilo conductor que enlazaba todo el espectáculo.

¿También eres productor y co-director cinematográfico?

Sí, realicé un film llamado "Guitarra de palo. Una guitarra tres continentes." (guitarradepalo.org) como co-director y guionista. Compositor de la música original y protagonista del film. Rodamos en Madrid, Córdoba, Berlín, Nueva York, La Habana, Puerto Rico, Nicaragua, Islas Caimán, Finlandia y Rusia.

¿Qué supuso para ti ser nombrado Miembro de honor del Consejo Internacional de la Música CILM - UNESCO en el año 2016?

Fue un reconocimiento increíble, poder ver que una entidad como la UNESCO reconoce tu labor y corona tu carrera nombrándote Miembro de Honor es algo muy gratificante y transcendental.

¿Cuáles son tus próximos proyectos?

Tengo entre manos mi próximo disco solista, que viene cargado de sorpresas, nuevas composiciones,... Durante la pandemia he tenido tiempo para trabajar en nuevos temas y espero sorprender a todos mis seguidores. En la grabación cuento con colaboraciones muy especiales para mí, que todavía no puedo desvelar...

Y para terminar, recordando tu concierto de esta semana en Salamanca, en el que te ha acompanado tu hija la cantante Gabriela Giménez, una de las nuevas promesas. ¿Por qué esa diferencia en el apellido?

Yo nací el 2 de enero de 1975, de nombre Pedro Antonio Giménez Cortés, pero en las primeras apariciones en los medios lo escribieron con J, y tuve que declinarme a que mi nombre artístico fuera así.